
El ser humano es el único animal que continúa tomando leche de adulto y el único que toma leche de animales de una especie distinta a la propia. Lo cual es extraño y contrario a todo sentido común, ya que la leche es para los lactantes, y si de adulto no se necesita tomar la leche de la propia madre, mucho menos se va a necesitar tomar la leche de una vaca que ni se conoce. Esto lo dice no sólo el sentido común sino también la biología, ya que los niveles de lactasa, enzima necesaria para digerir adecuadamente la leche materna, disminuyen a partir de los 5 años.
La publicidad que rodea a la leche de vaca y sus derivados podría hacer creer que es un producto absolutamente esencial y natural para los humanos. Pero, en realidad, la leche de vaca está adaptada a las necesidades nutricionales de los terneros, que nacen pesando 40 kg. y duplican su peso en 45 días, no siendo apropiada para el metabolismo humano. Esto es así porque la leche que produce cada mamífero es biofuncional a las necesidades nutricionales de la propia cría, no siendo idónea para las de otras especies.

Una vaca puede vivir hasta 25 años, pero a los 5 años, después de dar a luz a 4 ó 5 crías, las vacas son mucho menos productivas, por lo que se las lleva al matadero y son sustituidas por sus hijas.
Por todo esto es que los lácteos no son éticos, pero tampoco son sanos sino que, por el contrario, son innecesarios y peligrosos para la salud humana:
- Que los lácteos son fuente de calcio para los huesos es un mito y un fraude, quienes controlan la información se basan en cuestiones económicas, no científicas. Ya que los lácteos, como todos los alimentos de origen animal, producen acidosis metabólica, es decir que acidifican el pH de la sangre, para contrarrestar esta situación el cuerpo utiliza reservas de minerales alcalinos, principalmente calcio de los huesos y dientes. El resultado final de la lenta disolución de los huesos durante décadas se llama osteoporosis. Parte de esta masa ósea disuelta se solidifica en el sistema recolector de los riñones formando cálculos renales.
- La diabetes tipo 1, también llamada diabetes dependiente de insulina o inducida en la infancia, está asociada al consumo de lácteos. Una proteína de los lácteos puede provocar una reacción autoinmune que destruye las células productoras de insulina del páncreas.
- Los lácteos, como todos los alimentos de origen animal, tienen un alto contenido de colesterol el cual se deposita en las paredes de las arterias, esa obstrucción es lo que se llama ateroesclerosis y lleva a provocar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
- La leche de vaca contiene residuos de hormonas, que se les da a las vacas para que produzcan más leche, y residuos de antibióticos, que se les da a las vacas para el tratamiento de la mastitis ocasionada por la sobreproducción de leche.