SOBRE LOS PECES


Los peces tienen un complejo sistema nervioso y sienten dolor. A diferencia de otros animales, los peces no pueden gritar cuando sufren, pero son totalmente conscientes de cuanto les está pasando y del dolor que padecen. Cuando son arrastrados a la superficie por las redes de pesca mueren dolorosamente por descompresión o por asfixia.
Cada año un 25% del pescado capturado, es decir unas 20 millones de toneladas, lo cual es más de 3.000 millones de peces, se considera inútil y es devuelto al mar, muerto o malherido, porque son de especies no comerciales o de escaso tamaño.
Cada año 80.000 delfines mueren al quedar atrapados en las redes de pesca.
Los barcos pesqueros vierten al mar millones de kilos de redes de pesca de plástico, contenedores y material de embalaje. Esta basura plástica es responsable de la muerte de millones de criaturas marinas.
La pesca tiene un impacto desastroso sobre los océanos. Más de las dos terceras partes de las especies marinas del mundo se encuentran en el umbral de la desaparición.
El agua de los mares y océanos está contaminada, lo que lleva a que los peces que los habitan contengan en sus tejidos metales pesados como el mercurio, pesticidas como el DDT y otras sustancias tóxicas como el PCB y las dioxinas, los cuales son cancerígenos y están asociados a desórdenes del sistema nervioso, daños fetales y muchos otros problemas de salud.