QUINOA


El grano de quinoa, al igual que el del amaranto, es considerado un pseudocereal ya que tiene propiedades similares a las de los cereales pero botánicamente no lo es, sino que pertenece a la misma familia que la acelga, la espinaca y la remolacha.
La quinoa y el amaranto ya eran cultivados por los Mayas, Aztecas e Incas, quienes los consideraban sagrados, eran tan apreciados que hacían uso de ellos en ceremonias religiosas. Cuando llegaron los españoles, tales ceremonias fueron consideradas como una perversión de la Eucaristía Católica y fueron vetadas, las plantaciones fueron quemadas y su consumo fue prohibido, dándosele el rotulo despectivo de “alimentos para salvajes”.
Cinco siglos después, la ciencia moderna está redescubriendo sus propiedades nutricionales. Tienen un alto contenido de proteínas de gran valor biológico, ya que poseen todos los aminoácidos esenciales y en proporción adecuada para las necesidades humanas. Son ricos en minerales como hierro, calcio, fósforo y magnesio, vitaminas, fibra y almidón, y por no contener gluten pueden ser consumidos por celíacos. Para saber cómo cocinar a la quinoa hacer clic acá para ver el artículo de la receta de las milanesas de quinoa.
Por su alto valor nutritivo, por la brevedad de su ciclo de cultivo, por su aprovechamiento integral y por su capacidad de crecer en condiciones adversas, la quinoa y el amaranto fueron seleccionados por la NASA como cultivos para CELSS (Controlled Ecological Life Support System) para proveer a los astronautas de alimento y oxígeno durante las misiones espaciales de larga duración.