MITOS SOBRE VEGANISMO


La gente normalmente haya complicidad en los demás, pero los veganos somos un recordatorio de las consecuencias de las decisiones que tomaron y que toman todos los días. Decisiones que saben que están mal, pero en lugar de corregir su accionar recurren al infantil recurso de buscar excusas para tratar de justificar lo injustificable.

Las plantas también sienten.
● Las plantas, al igual que las bacterias y los hongos, son seres vivos, lo cual no implica que puedan sentir; ya que sólo los seres con sistema nervioso pueden hacerlo, y las plantas no tienen sistema nervioso. Esta es información básica, es de lo primero que se aprende sobre biología en la escuela primaria. Lo vergonzoso no es tanto que una persona adulta no lo sepa, sino que lo use como argumento en un burdo intento por tratar de justificar la tortura y asesinato de animales.

Es parte de la cadena alimenticia, es como cuando un león mata a una cebra.
● A diferencia de los leones y de los otros animales, los humanos poseen la capacidad de razonar; lo que les permite poner en consideración las opciones para alimentarse: una opción implica el sufrimiento y el asesinato de otros seres, en la otra opción nadie tiene que sufrir ni ser asesinado.

Amo a los animales, pero si se los mata para comerlos está bien.
● Es hipócrita y perturbador considerar que se ama a alguien cuando al mismo tiempo se es responsable de su sufrimiento y asesinato. Además, no se está en una situación de supervivencia, hay alternativas. Por lo que es particularmente extraño considerar que asesinar está bien siempre y cuando después se coma el cadáver. Con esa lógica retorcida ¿por qué no comer perros como hacen en el festival de Yulin en China?

Si todos fueran veganos las vacas se extinguirían.
● Es cínico tratar de justificar la tortura y el asesinato de animales diciendo que se lo hace para que no se extingan. Si se dejaran de criar animales para consumo humano podrían vivir en reservas naturales o en santuarios para animales, como muchas otras especies lo hacen.

Los humanos siempre han comido carne, es parte de nuestra cultura, es tradición.
● Que algo siempre se haya hecho de un modo no lo hace correcto, ni se está obligado a seguir haciéndolo. Para que una sociedad evolucione se necesita de personas que cuando se encuentren ante una situación que está mal, la cambien; no que traten de justificarla con el rudimentario argumento de que siempre se hizo de esa manera o de que mucha otra gente también lo hace. Si fuera por esa clase de personas todavía existiría la esclavitud y las mujeres no podrían votar.

Hay muchos problemas en el mundo como para que me preocupe por los animales.
● La explotación animal no es un problema ajeno, porque al consumir productos de origen animal se financia para que esa explotación continúe, se es responsable de ese sufrimiento y de esas muertes. Y como si la crueldad a la que son sometidos los animales no fuera suficiente, además la ganadería y la pesca son responsables de la mayoría de los problemas del planeta: la ganadería produce más gases de efecto invernadero que el transporte, se deforesta el Amazonas para sembrar soja para alimentar ganado, las excretas contaminan el agua, destruyen hábitats y ocasionan una masiva extinción de especies.

Lo que hay que hacer es mejorar las condiciones de vida de los animales.
● Las condiciones en que viven los animales son de una inmensa crueldad, y aunque mejoren el final va a seguir siendo el mismo: asesinato. Por lo que el objetivo no debería ser el mejorar las condiciones en que se esclaviza y asesina a los animales, sino dejar de esclavizarlos y asesinarlos.

Es una decisión personal, que elijo porque me gusta el sabor de la carne y del queso.
● Existen cientos de ingredientes con los que se puede preparar cientos de recetas, por lo que encapricharse con la carne o el queso es sólo eso, un capricho. Un capricho que le cuesta la vida a seres inocentes; por lo que no se trata de una decisión personal, ya que las decisiones que afectan a otros no son personales.

Una dieta vegana no es sana, es cara, los ingredientes son difíciles de conseguir.
● Las dietas veganas apropiadamente planeadas son saludables y pueden aportar beneficios en la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades. Los ingredientes básicos de una dieta vegana son económicos y se consiguen fácilmente en el supermercado de cualquier país, con los que se puede preparar comidas como fideos con salsa, arroz, tarta de verdura, polenta, guiso de lentejas, sopa, pizza con vegetales, milanesas de soja, etc.

No quiero comer soja transgénica.
● Si se está en contra de las prácticas agrícolas de la soja lo primero que hay que hacer es dejar de consumir productos de origen animal, ya que más del 80% de la producción mundial de soja se destina a alimentar ganado. Además, se puede tener una dieta vegana sin consumir soja, y si se quiere consumirla hay soja de producción orgánica, lo que significa que no fue modificada genéticamente ni en la que tampoco se usaron agroquímicos.

No se puede 100% vegano, así que para qué molestarse intentándolo.
● Si empleáramos ese razonamiento para todos los aspectos de la vida no haríamos nada, ya que en la vida nada es perfecto. Pero que no se pueda hacer algo al 100% no significa que el 99% que si se puede hacer no sirve. Y lejos de ser una excusa para no hacer nada, debería ser un motivo más para hacer uso de las opciones que si hay y buscar alternativas para las que no hay e incluso crearlas.

Los veganos son extremistas.
● Clavar un cuchillo en la garganta de un animal, drenarle la sangre y cortarlo en trozos, eso es extremismo. Deforestar el Amazonas para crear sembradíos de soja para alimentar ganado, eso es extremismo. Tener el colesterol tan alto por consumir animales que se tenga que hacer un bypass coronario, que consiste en sacar una vena de la pierna y coserla al corazón, eso es extremismo. El veganismo es sentido común, racionalidad y empatía.

Los veganos son intolerantes.
● Una generalización de ese tipo es desacertada, ya que hay millones de veganos al rededor del mundo, tan diferentes como personas haya. Además, el veganismo no es un club social, no te tienen por qué caer bien. Mucha gente usa la excusa de centrarse en las formas en que se comunica en lugar del contenido que se comunica, en un intento por tratar de desviar el foco de la atención y así evitar replantearse su accionar.

Es difícil ser vegano. Como carne por comodidad.
● Lo que define la clase de personas que somos son las decisiones que tomamos cuando nos encontramos frente a una decisión ética, entre decidir lo que está bien o lo que está mal, y si se opta por lo que está mal porque resulta más fácil entonces se es un cobarde.
La verdad yace bajo una pila de planteos ridículos: nunca se trató de si las plantas tienen sentimientos o de la extinción de las vacas, siempre fue por un motivo egoísta: no querer cambiar.
Es cierto que decidir dejar de ser responsable del sistema de crueldad y matanza al que son sometidos los animales puede ser abrumador, ya que la explotación animal tiene una magnitud tal que atraviesa, en mayor o menor medida, a todos los aspectos de la vida: desde lo que comemos, pasando por lo que vestimos y hasta el jabón que usamos. Pero cuando las decisiones que tomamos ya no afectan sólo a uno mismo, sino que cuando literalmente se trata de vida o muerte para otros seres, argumentos como “no me es cómodo” o “no tengo tiempo” se tornan banales. Especialmente porque no existe cosa tal como la falta de tiempo, lo que existe es falta de interés. Porque el que quiere cambiar busca los medios; el que no, busca excusas. Y seamos honestos, tampoco es tan difícil, basta con un poco de compromiso. Si la gente puede cambiar su dieta para adelgazar o por una alergia alimentaria, de seguro se puede cambiar para dejar de torturar y asesinar a seres inocentes. Por eso espero que el plantearse las consecuencias del propio accionar lleve a efectuar un cambio en el mismo. Podés hacerlo, pero tenés que elegir hacerlo; elegir romper viejos hábitos y crear nuevos, más éticos, más sanos y en mejor armonía con la naturaleza.